En la Enseñanza de la Educación Física tenemos en cuenta que al enseñar transmitimos a través de la práctica una concepción del área habilitando o limitando oportunidades para que cada niño pueda construir su corporeidad y motricidad contribuyendo a su formación integral en los diferentes contextos en que se desarrollen. Los niños y las niñas de esta edad han avanzado en la constitución de su corporeidad y motricidad y pueden comenzar con el aprendizaje de habilidades motrices de mayor especificidad; ellos han logrado una mejor ubicación y orientación en el espacio, comprendiendo direcciones y sentidos en situaciones de dinamismo y cambio, que les permita abordar los juegos deportivos grupales, combinando habilidades de acuerdo a las necesidades tácticas, con fluidez y eficacia.
Mediante el juego el ser humano desde muy temprana edad aprende pautas de comportamiento para crecer y aprender a vivir en la sociedad de una manera integral. Crecemos aprendiendo hábitos de convivencia necesarios para vivir en sociedad. El juego proporciona al ser humano un interés por el conocimiento, actitud pasiva, positiva, crítica que le permite integrarse de manera gradual, expresarse y vivir en sociedad. La posibilidad de relacionarse con su compañero, con su oponente, construyendo las reglas de juego, con los espacios y tiempos que requieran para jugar, hacen posible que mejoren su capacidad resolutiva.
Las situaciones de juego constituyen una oportunidad para que se generen vínculos de pertenencia a un grupo, posibilitando al niño y niña reconocerse como parte integrante del mismo. La puesta en práctica de esta interacción sociomotriz constituye juntamente con los acuerdos que estructuran el juego, un acto de práctica ciudadana donde se construyen y respetan las reglas, al compañero, al oponente y a quien actúa como árbitro, interpretando y colaborando en el cumplimiento de los acuerdos.
El desarrollo de las capacidades condicionales se considerará convocando la atención de los alumnos en la relación de esas capacidades con el cuidado de la salud y con el compromiso que requiere la resolución de las situaciones planteadas en la clase por las diversas prácticas motrices y juegos.
Este desafío que se presenta en las clases de educación física para los adolescentes de la escuela secundaria, adquiere nuevos sentidos entre los que se cuentan: la posibilidad de constituir posturas y actitudes adecuadas a través de tareas de sensibilización y percepción corporal. La postura corporal es inherente al ser humano, puesto que le acompaña las 24 horas del día y durante toda su vida. Kendall (1985) define la postura como “la composición de las posiciones de todas las articulaciones del cuerpo humano en todo momento”. Es muy frecuente que la mayoría de los adolescentes presenten posturas inadecuadas las cuales tendremos que corregir a través de ejercicios de flexibilidad, fortalecimiento de músculos antagónicos y demás actividades posturales para desarrollar en el una postura adecuada y armónica, así no se traen aparejados problemas patológicos en edades posteriores. Otra de las actividades con la que se cuentan en el segundo siclo son la aceptación de sus posibilidades y limitaciones motrices, la conciencia de su corporeidad, y la de los otros y el cuidado de la salud, el avance de la constitución del grupo, la comprensión del sentido y la lógica de las diferentes actividades motrices, el ensayo de algunas organizaciones tácticas básicas, la mayor capacidad resolutiva en juegos de creciente complejidad, la actividad reflexiva que lleva a reconocer el efecto de sus acciones motrices y apreciarlas, la enseñanza mutua y el uso de la mediación ante los conflicto, el sostenimiento de los efectos individuales y grupales, en síntesis, la conquista de la disponibilidad corporal y motriz que alcanzan los adolescentes a esta edad.
Para que esto sea posible el docente debe ejercer el rol de coordinador facilitando los aprendizajes a los alumnos.
La adolescencia es un período en donde los cambios corporales hacen que se activen los cambios psicológicos y de adaptación social. Existen contradicciones, confusiones, ambivalencias caracterizadas por fricciones en el mundo familiar y social. Comienza la búsqueda de identidad de forma consciente e inconsciente. Él no quiere ser como determinados adultos entonces comienza a desarrollar identificaciones con diferentes personalidades que pueden ser positivas y negativas. Muchas veces se puede notar las malas actitudes de los adolescentes, los reproches, las contestaciones, la violencia para con los compañeros y profesores son el fiel reflejo de la cultura que ellos traen aparejada por parte de la familia, la sociedad y los medios masivos de comunicación. Un gran problema por lo cual luchan los profesores de Educación física es el sedentarismo de los adolescentes del siglo XXI impuesto por la nueva tecnología. La juventud actual se deja llevar por la realidad como tal cual es. La generación de los 70, de los 80, poseía ideales que regulaban sus conductas. Rápidamente se disuelven los rasgos entre una generación y otra. La política, la economía, la cultura, la técnica y la tecnología inciden en la formación de los sujetos, en este caso los adolescentes. Generaciones anteriores leían y realizaban deportes en las calles. Con la llegada de la televisión a nuestro país, esta generación no fue afectada porque sus atributos ya estaban instalados; a la generación que afecto fue a la siguiente, a la actual, en la cual todo ronda en base a la imagen, videos juegos, internet. Como señalamos anteriormente, al profesor de educación física se le encomienda la difícil tarea de lidiar contra la tecnología y los medios masivos de comunicación, para poder desterrar de la sociedad este sedentarismo que trae aparejado problemas inmensos de salud como la obesidad que es un tema muy discutido. Por otro lado, su formación debe ser excelente y debe tener conocimientos sobre los adolescentes actuales ya que la sociedad actual se ah modificado de tal manera en la cual el respeto y los valores se están perdiendo, al igual que la actividad física y debe trabajar mucho en la importancia de esto.
Además cabe destacar que en la argentina de hoy gran parte de los adolescentes están en los márgenes de la pobreza y a causa de esto los identificatorios en su mayoría son negativos, lo que lo lleva a la delincuencia, drogadicción entre otros. Que la proporción de los desempleados es más grande entre los jóvenes que en otros sectores de la población. Son los adolescentes los que no ingresan a la escuela o se van de las aulas, ya sea porque no encuentran en estas respuestas para mejorar su condición o porque deben salir a trabajar para mantener sus vicios o mantener a su familia. Lo que la educación física también se propone es “sacar” a estos niños de la calle, para tratar, en su medida disminuir el índice de drogadicción, delincuencia y de niños “vagabundos” en la calle. La sociedad, como mencioné anteriormente, se ah modificado y mucho. S. Beichmar señala que “lo brutal de los procesos salvajes de deshumanización consiste, precisamente, en el intento de hacer que quienes los padezcan pierdan toda referencia mutua, toda sensación de pertenencia a un grupo de pares que le garantice no sucumbir a la soledad y la indefensión. Y es allí, en esta renuncia a la pertenencia, a la identificación compartida, donde se expresa de manera desembozada la crisis de una cultura, y la ausencia en ella de un lugar para los jóvenes”, así, “algunos nuños y niñas, adolescentes y jóvenes, se vuelven infancia o adolescencia, mientras que otros se vuelven menores, delincuentes, marginales, excluidos, vulnerables, pobres(…) Algunos merecen habitar el tranquilizador y simplificado mundo de los conceptos, y otros, el finalmente reticulado mundo de las etiquetas (Diker).
El trabajo del profesor de educación física de hoy es múltiple. Por eso es primordial la actividad física en los adolescentes, tanto para la integración, para la salud, para la búsqueda de nuevas respuestas, para la contención y para liberarse del mundo en el que viven.
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